viernes, 12 de octubre de 2012

Lo que ocurre en Siria o lo que sucedió y sucede en Libia lo vimos ya en América Central

 

La historia nos enseña valiosas lecciones que deberíamos aprender. Mirando al pasado se puede entender el presente y predecir o tener cierta idea de lo que nos puede deparar el futuro.
Lo que está ocurriendo en Siria hoy no es algo nuevo, en realidad es algo viejo, un viejo método, una vieja estrategia que se vuelve a emplear porque así se cree necesaria por parte del poder económico occidental. Se está de hecho aplicando la  llamada "Opción del Salvador", como describe acertadamente Michel Chossudovsky.1 Es decir, cuando un país no se somete a los intereses de las grandes corporaciones económicas norteamericanas o europeas y no cae su gobierno ante los intentos de desestabilización mediante métodos políticos, económicos o mediáticos (entre estos, que se propalan y propagan por los llamados medios de comunicación, tenemos a los "humanitarios", principal y fundamentalmente excusas humanitarias: inventadas, parciales o sacadas de contexto), entonces, cuando todo esto falla, se recurre además de a esto, al empleo de la violencia; de la violencia extrema contra su población y contra sus infraestructuras y su economía, de modo que se causa terror en sus habitantes y, además, se acusa a ese gobierno de estar detrás de esa ola de terror, creando una supuesta necesidad de  intervención militar por motivos humanitarios contra este supuesto gobierno cruel y tiránico. Cuando, en realidad, son los perpetradores de ese terrorismo los que quieren pasar a una mayor escala de terror, amparándose en falsos motivos humanitarios, para emplear todo el potencial de destrucción de sus modernos ejércitos con el fin de someter por la fuerza extrema al gobierno que no se mostraba sumiso, de modo que, ahora, el país, una vez derrotado, acepte las condiciones impuestas por las corporaciones industriales y financieras estadounidenses o también de la Unión Europea, que esclavizan y colonizan al país ya derrotado. Estamos hablando en realidad de colonialismo, si quieren neocolonialismo, el que se hizo en El Salvador, Nicaragua o Guatemala y se hace ahora en Libia y se pretende en Siria.
Las atrocidades cometidas por los mercenarios pagados para desestabilizar cada país, los "escuadrones de la muerte", serán atribuidas por los medios de comunicación occidentales a las filas gubernamentales, a los gobiernos hostiles a dejarse chantajear o comprar; que serán calificados como dictatoriales, lo sean o no,  recibiendo el apodo de "regímenes", como se está haciendo ahora mismo en Siria. Para ver por ejemplo la actuación de estos medios se puede leer el  informe que elaboré sobre la actuación de los medios de comunicación en la guerra contra Siria, enfocado a los medios europeos.2 Este tipo de atrocidades, que estamos viendo también ahora, ya eran comunes en  América Central en los años 80 del siglo pasado, véase: El Salvador, Guatemala o Nicaragua. Y allí, como aquí, los servicios de inteligencia, el gobierno norteamericano y las corporaciones occidentales estaban detrás.
Así, en Nicaragua, la organización de  mercenarios que era la Contra, estaba dirigida y formada por personal estadounidense, incluso entre los que realizaban directamente las acciones terroristas había también estadounidenses. Esto ocurría tanto en Nicaragua como en los países vecinos, como en El Salvador. Estos mercenarios carecían de cualquier escrúpulo y asesinaban directamente a los civiles para aterrorizar a la población.

Un ex marine que actuaba como mercenario en El Salvador rechazó las informaciones  que hablaban falazmente de una guerra contra la guerrilla, por cuanto la realidad es la “hermosa técnica” de “asesinar a los civiles que están a su favor”. “Aterrorizando a los civiles, el ejército aplasta la rebelión sin necesidad de realizar una confrontación directa con la guerrilla… Si usted asesina a los simpatizantes habrá ganado la guerra”. Las matanzas de civiles, declaró,  no eran abusos dispersos contra los derechos humanos, sino más bien “las reglas del juego…3


Estas atrocidades no eran investigadas o descubiertas por los grandes medios de comunicación estadounidenses, tenían que ser algunos grupos defensores de los derechos humanos los que las sacasen a la luz; o  incluso los propios responsables de los actos terroristas ante las mentiras o la exagerada hipocresía que se publicaba al respecto. Está el caso  por ejemplo de  Horacio Arce, uno de los jefes de la contra nicaragüense, que comentaba:

Nosotros atacábamos un montón de escuelas, centros de salud, y ese tipo de cosas. Lo realizábamos para que el Gobierno de Nicaragua no pudiese ofrecer servicios sociales a los campesinos, para que no desarrollase su proyecto… esa era la idea.3

Unos misioneros católicos norteamericanos informaban que la Contra:

…torturaba y mutilaba a los campesinos cautivos o a los simpatizantes sandinistas, creando el mismo terror que en el pasado.3

 Bien, viejos  y similares métodos, pero que tienen una respuesta muy diferente en la Europa de hoy, y especialmente en la denominada izquierda,4 respecto a si hablamos de Centroamérica o si hablamos de Libia o Siria. No son casos iguales, pero lo que sí es igual es que se trata de imponer el colonialismo mediante la violencia, mediante el terror; y esto es condenable, sea uno o una de izquierdas, de derechas o de ninguna de las dos.

Notas:
1. Michel Chossudovsky. "The Salvador Option for Syria". US-NATO Sponsored Death Squads Integrate "Oppostion Forces". Global Research, 28.5.2012. Enlace
2. Mikel Itulain. Los medios de comunicación corporativos y la guerra contra Siria. Red Voltaire. Octubre 2012. Enlace
3. Notas tomadas de: Mikel Itulain. Estados Unidos y el respeto a otras culturas y países. Libertarias. 2012.
4. Mikel Itulain. La izquierda, la crisis y la justificación del colonialismo por motivos humanitarios.  Julio de 2012. Enlace

Mikel Itulain.
http://miguel-esposiblelapaz.blogspot.com.es/

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