jueves, 21 de febrero de 2013

Las "inútiles" vacas sagradas de la India.




En los países occidentales tenemos el mal hábito, demasiado arraigado, de considerarnos superiores a otras personas de otros continentes y otras culturas. Creemos que nuestra visión de "progreso" es la que debe seguir todo el mundo, aunque ahora, una vez que buena parte de los países industriales de occidente han  entrado en una aguda crisis económica, se están replanteando algunas cosas.
Esta visión de superioridad que comentaba va desde menospreciar la cultura de otros países: lengua, costumbres religiosas, costumbres medioambientales, comida, trato a los animales, etc, a creer que necesitan nuestra ayuda. Respecto a la ayuda, si estos países occidentales y sus élites ricas no hubiesen salido de sus países a saquear y someter al resto del planeta, el mundo hoy sería más  equilibrado y más civilizado.
Dicho esto y como indica el título, vamos a ver el tema de las vacas sagradas en la India. Desde nuestro punto de vista tal aspecto cultural supone que es debido a la ignorancia de estas gentes, a no saber modernizarse. Ocurre que las vacas pueden andar de aquí para allá sin que nadie las pueda tocar, mientras la gente muere de hambre y la carne de ellas no se puede utilizar. Nos parece algo absurdo y lo achacamos a una cultura atrasada y supersticiosa dominada por la religión y no por la razón. Todo esto, visto así, nos muestra a nosotros, los seres de cultura occidental, como personas más civilizadas y racionales, y a ellos, a los hindúes, como más atrasados, más irracionales y menos civilizados. Sin embargo, no se nos olvide, este sería nuestro punto de vista, no el de ellos. Entonces, ¿quién tiene razón?: ¿nuestro juicio basado en nuestros prejuicios? o ¿su modo de vivir que es el que han venido desarrollando durante mucho tiempo? Bien, para responder a esto hay que dejar de lado muchas taras y sesgos culturales, tarea nada fácil, y analizar lo hechos, estudiando la sociedad y toda su interrelación con el medioambiente donde se desarrolla. Esto es lo que hizo el antropólogo norteamericano Marvin Harris.(1) Las conclusiones de sus estudios reflejaban unas informaciones que bien nos valdrían para ser menos arrogantes en nuestros juicios:

- Las vacas eran unos animales que eran en realidad muy productivos: daban bueyes, tras parir terneros, que serían usados en la agricultura; daban leche, que sería un alimento base importante para la población; daban estiércol, que  tendría multitud de usos, entre ellos como combustible y abono; y daban también cuero y también carne, porque no había nada que se desaprovechase de la vaca una vez muerta.

- Además toda esta producción no tenía un contrapunto o un alto precio a pagar, como ocurre en occidente con la cría de ganado, principalmente estabulado e intensivo; donde el consumo energético para producir un kg de carne es elevadísimo, además de destinar la mayor parte del cultivo vegetal o cerealístico para la cría de animales. El ganado en la India se alimenta con lo que encuentra aquí y allí, y es más, puede entrar en las propiedades de los grandes propietarios a pastar, ya que por su carácter sagrado no las pueden molestar. De este modo los ricos, por una vez, tienen que dar u ofrecer algo a los pobres, no solo limosna.

En vista de estas contundentes explicaciones y razonamientos, y otras más que da el sabio antropólogo, deberíamos reconocer que muchas veces nos precipitamos en nuestros juicios, que muchas veces hacemos juicios con prejuicios, y, deberíamos, de una vez por todas, aprender la lección y dejarnos de tantas tontas arrogancias. No se es más por el hecho de pretenderlo, y este ejemplo nos puede venir bien. Esto también nos debería hacer entender y conocer que tras aparentes prácticas o comportamientos irracionales hay detrás de ellos justificaciones racionales. En el caso de la India no fue que un profeta o un líder religioso dijo algo y todos le terminaron siguiendo, no, esto no fue así. Fue, en cambio, un motivo ecológico, una necesidad ecológica de supervivencia la que marcó este comportamiento, que luego se convirtió en parte de lo religioso. Entendamos y no olvidemos que es la necesidad de supervivencia la que marca todas las demás conductas, incluida la religiosa; primero es la supervivencia y después es el rito o costumbre.
El caso del Islam y su prohibición de comer carne de cerdo sigue un patrón similar. Una necesidad ecológica, el inconveniente e inviabilidad de tener un animal no rumiante, como es el cerdo, frente  a otro tipo de ganado, como el caprino o el ovino, que sí lo es y puede aprovechar mejor los recursos alimenticios con un menor costo, además de ser más resistente a climas calurosos o áridos.

Así pues, miremos, escuchemos, aprendamos y respetemos al resto del mundo. Hagamos  un intercambio de ideas, costumbres, lenguas y conocimientos, rechacemos la guerra y la violencia como medio de actuación y vivamos en una paz  necesaria. Todo esto empieza por nosotros y por no dejar a nuestros líderes continuar con sus campañas de fechoría y rapiña por el mundo. En nuestras manos en definitiva está que todo esto sea posible. El mundo lo necesita y nosotros también.



Notas:
(1) Marvin Harris. Cows, Pigs, Wars and Witches. The Riddles of Culture. Vintage, 1989. (Hay traducción castellana).


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LA DESTRUCCIÓN DE LA CULTURA Y DEL CONOCIMIENTO




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1 comentario:

  1. Muy bien traído Mikel. Con nuestra soberbia hemos hecho mucho y estamos haciendo mucho daño a países y culturas tan respetables o más que la nuestra. Daño a personas, en definitiva. A mi nunca me llamó la atención demasiado el respeto que se tiene a la vacas en la India. Los que hemos tenido Ganado sabemos respetar a los animales que nos dan de comer y nos dieron durante siglos. De esos países sólo nos preocupa la forma de explotar sus recursos naturales y la forma de explotar a sus trabajadores. Nada más. La "Marca España".

    Un saludo Mikel.

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